Mundo Utópico:
Este tipo de relatos se sustentan en la idea de algo irreal, imposible de alcanzar. La palabra griega esta formada por los términos griegos u = no topos = lugar un lugar que no existe.
Ejemplo: Religiones de los Utopianos. (Tomás Moro).
Francis Bacon de Verulam
"La Nueva Atlántida "
“Zarpamos del Perú (donde habíamos permanecido durante todo un año) hacia China y Japón, por el mar del Sur, llevando provisiones para doce meses; tuvimos vientos favorables del Este, si bien suaves y débiles, por espacio de algo más de cinco meses. No obstante, luego el viento vino del Oeste durante muchos días, de tal modo que apenas podíamos avanzar, y a veces, incluso, pensamos en regresar. Pero más adelante se levantaron grandes y fuertes vientos del Sur, con la ligera tendencia hacia el Este, que nos llevaron hacia el Norte; por este tiempo las provisiones nos faltaron, aunque habíamos hecho buen acopio de ellas. Al encontrarnos sin provisiones, en medio de la mayor inmensidad de agua del mundo, nos consideramos perdidos y nos preparamos para morir. Sin embargo, elevamos nuestros corazones y voces a Dios, al Dios que "mostró sus milagros en lo profundo", suplicando de su merced que así como en el principio del mundo descubrió la faz de las profundidades y creó la Tierra , descubriera ahora también la Tierra para nosotros, que no queríamos perecer.
Y sucedió que al día siguiente por la tarde vimos ante nosotros, hacia el Norte, a poca distancia, una especie de espesas nubes que nos hicieron concebir la esperanza de encontrar tierra; sabíamos que aquella parte del mar del Sur era totalmente desconocida, y que podría haber en ella islas o continentes que todavía no se hubieran descubierto. Por consiguiente, viramos hacia el lugar donde veíamos señales de tierra, y navegamos en aquella dirección durante toda la noche; al amanecer del día siguiente pudimos comprobar con claridad que era tierra, en efecto, llana y cubierta de bosque; y esto la hacía aparecer más obscura. Después de hora y media de navegación penetramos en un buen fondeadero, que era el puerto de una bella ciudad; no era grande, ciertamente, pero estaba bien edificada y ofrecía una agradable perspectiva desde el mar. Y figurándose los largos los minutos hasta que estuviéramos en tierra firme, llegamos junto a la costa. Pero inmediatamente vimos a muchas personas, con una especie de duelas en las manos, que parecían prohibirnos desembarcar; no obstante, sin exclamaciones ni signos de fiereza, sino sólo como avisándonos mediante signos de que nos alejáramos. Entonces, bastante desconcertados, nos consultamos unos a otros acerca de lo que deberíamos hacer.
Durante este tiempo nos enviaron un pequeño bote con unas ocho personas a bordo, de las cuales una llevaba en la mano un bastón de caña, amarillo, pintado de azul en ambos extremos; subió el hombre a nuestro barco sin la menor muestra de desconfianza, Y cuando vio que uno de nosotros se hallaba ligeramente destacado de los demás, sacó un pequeño rollo de pergamino (un poco más amarillo que el nuestro, y brillante como las hojas de las tablillas de escribir, pero suave y flexible), y se lo entregó a nuestro capitán. En este rollo estaban escritas en hebreo y griego antiguos, en buen latín escolástico y en español las siguientes frases: "No desembarque ninguno de ustedes y procuren marcharse de esta costa dentro de un plazo de dieciséis días, excepto si se les concede más tiempo. Mientras tanto, si desean agua fresca, provisiones o asistencia para sus enfermos, o bien alguna reparación en su barco, anoten sus deseos y tendrán lo que es humano darles." El texto se hallaba firmado con un sello que representaba las alas de un querubín, no extendidas sino colgando y junto a ellas una cruz. Después de entregarlo, el funcionario se marchó dejando sólo a un criado con nosotros para hacerse cargo de nuestra respuesta.
Consultando esto entre nosotros nos encontrábamos muy perplejos. La negativa a desembarcar, y el rápido aviso de que nos alejáramos, nos molestó mucho; por otra parte, el saber que aquellas personas dominaban algunos idiomas, y poseían tanta humanidad, nos confortaba no poco. Y, sobre todo, el signo de la cruz en aquel documento nos causaba una gran alegría, como si constituyera un presagio cierto de buena fortuna. Dimos nuestra respuesta en español: "Que nuestro barco estaba bien, ya que nos habíamos encontrado mucho más con vientos suaves y contrarios que con tempestad alguna. Que respecto a nuestros enfermos, había muchos, y en muy mal estado; de modo que si no se les permitía desembarcar, sus vidas corrían peligro." Expresamos en particular nuestras otras necesidades añadiendo. "que teníamos un pequeño cargamento de mercancías, de modo que si querían comerciar con nosotros podríamos así remediar nuestras necesidades sin constituir una carga para ellos." Ofrecimos como recompensa algunos doblones al criado y una pieza de terciopelo carmesí para que se la llevara al funcionario; pero el criado no las aceptó; apenas las miró; así, pues, nos dejó, regresando en otro pequeño bote que había acudido por él.
Unas tres horas después de haber enviado nuestra contestación vino hacia nosotros una persona que, al parecer, poseía autoridad. Vestía una toga de amplias mangas, hecha de una especie de piel de cabra, de un magnífico color azul celeste y mucho más llamativa que las nuestras; la ropa qué llevaba deba o era verde, lo mismo que el sombrero; tenía éste la forma de un turbante, estaba muy bien hecho, y no era tan grande como los turbantes turcos; los rizos de su pelo sobresalían por los bordes. Era un hombre de aspecto venerable. Venía en un bote, dorado en algunas partes, acompañado sólo de cuatro personas; lo seguía otro bote con unas veinte. Cuando estuvo a un tiro de flecha de nuestro barco, nos hicieron indicaciones de que enviáramos a algunos de los nuestros a su encuentro en el agua, cosa que hicimos mandando al segundo de abordo y acompañándolo cuatro de nosotros.”
Esto es un extracto del libro completo
Lincografia: http://www.juntoafe.com.ar/Libros/LA%20NUEVA%20ATLANTIDA_BACON/Bacon_La_Nueva_Atlantida.html
La vida es paz
Era una vez una ciudad llamada La vida es paz
En esta ciudad era todo muy pero muy tranquilo.
Existía mucha felicidad por que todos los días
Las familias ser reunían a la hora del almuerzo.
En esta ciudad no existía la delincuencia, el odio,
La envidia, solo en esta cuidad el único sentimiento
Era la felicidad. En esta ciudad había una pileta
En el centro de la plaza que por ella salía oro,
Cual en esta ciudad no existía la pobreza, también
Había bancos de plata, las calles eran de diamante.
También existía un muelle gigantesco creado por los
Fundadores de la ciudad y este muelle era creado
De rubí una hermosa piedra que se demoraron
20 años en construir este muelle y pulir la piedra, en
Esta ciudad existía una agrícola de trigo donde Exportaban
1.000.000Kg. Al mes. La tierra era muy
Fértil lo cual eso facilitaba el crecimiento de las
Siembras el crecimiento del trigo se demoraba 1 mes.
También sembraban remolacha la cual después de
Su crecimiento máximo la convertía en azúcar.
Un día una familia que venia de una ciudad muy pobre
Se vino a vivir a la ciudad. Ellos vestían una ropa muy
Desecha y los pobladores de la ciudad La vida es paz
Se le acercaron a darle una acogida muy amorosa la
Cual la familia se sintió muy alegres. En esta familia
Era de 4 integrantes el padre se llama: Cristian,
La mamá: Francisca, el hijo mayor: Juan y
El hijo menor: Nicolás. Lo cual al ser 4 integrante
De la familia lo hacia que fuera mas difícil salir
Adelante.
Un día cualquiera Nicolás el hijo menor fue a la
Escuela lo cual ya vestía una ropa elegante
Lo cual los demás niño de la escuela se impresionaron
Porque se veía muy distinto que como había llegado
A la ciudad se veía más ordenado y más limpio.
Este primer día era para conocer a sus compañeros.
En lo cual el hijo mayor Juan el ya no estudiaba porque
El había alcanzado a egresar en una escuela que exitia
En el barrio de donde ello provenían así el decidió inscribirse
en la universidad para tener un titulo.
El papá Cristian se puso a buscar trabajo para poder
Recibir los beneficios que tenia la ciudad de todo gratis
Para todo este beneficio solo se podía conseguir pidiendo un
empleo en una agrícola de trigo o de remolacha
Los trabajos eran de pocas horas de 10:00 AM
Hasta 13:00 PM y el resto de la tarde era para compartir
con la familia. Un día Cristian en su trabajo tubo un
accidente lo cual casi le quita la vida todo el mundo se
Preocupo porque nunca había ávido un accidente tan Trágico.
Este accidente fue tan trágico que Cristian quedo invalido pero
lo más importante que no murió.
En estos día locos del hospital a su hogar y del hogar a
la casa la mamá encontró trabajo de enfermera en el
hospital ya que ella tenia un poco de conocimiento ya
que cuando ella era joven provenía de una familia millonaria
pero sus padre al ver que ella se quería casar con un hombre
de la clase baja la desheredaron. Pero la familia al venirse
a esta ciudad pudieron salir adelante y perteneces a la clase
alta. Nunca más tuvieron hambre y sus hijos crecieron y se
casaron formaron una familia y cada vez la familia se hizo
mas grande hasta que ahora hicieron su propia empresa
y se fueron a vivir a otro lugar y a fundar una ciudad para
que ellos puedan ganar plata y ser millonarios y hacer que
otras personas pobres puedan surgir.
Fin.
Autor: Adolfo Salazar
Torres
Curso: 2 medio D
imagen del mundo
utopico
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